De acuerdo con un reporte emitido por el gobierno de Japón, alrededor del 15 por ciento de los accidentes fatales ocurridos en ese país durante 2018 fueron ocasionados por conductores de más de 75 años de edad. A su vez, una causa cada vez mayor de estos accidentes se da cuando los conductores pisan el acelerador cuando en realidad querían frenar.
Mientras el gobierno local intenta motivar a los adultos de edad avanzada a que simplemente dejen de conducir, Toyota ha ideado un nuevo método de seguridad de emergencia. Esta semana la marca presentó el sistema denominado “función de supresión del acelerador” que utiliza big data para ignorar el acelerador si se determina que la persona que va tras el volante lo pisó por error. A diferencia de otros sistemas de seguridad, este no requiere que se detecte un obstáculo en el camino para activar el freno.
Este no es el primer sistema de este tipo creado por Toyota. En 2015, la compañía presentó la primera generación de su paquete de seguridad Toyota Safety Sense, capaz de frenar automáticamente en emergencias y con alertas de cambio de carril. Más tarde, en 2018, se lanzó la segunda generación con conducción asistida en carretera y con la capacidad de identificar bicicletas y peatones durante la noche.
Para desarrollar la nueva función de seguridad, se aprovecharon los datos de los vehículos que cuentan con conexión a internet. La función será incluida en los autos nuevos que se comercialicen a partir de mitad de este año, comenzando en Japón; más adelante podría expandirse a otros mercados.
Y es que son tres las variables que el sistema analiza: la primera variable es la velocidad del auto; la segunda, la velocidad con la que se ha accionado el pedal del acelerador y por último, el ángulo con el cual se aplica la presión sobre el pedal. Una vez éstos datos han sido procesados, se añade la información del sónar que detecta la posición del vehículo, añadiendo además a la ecuación los datos recogidos por los protocolos de comunicación ‘Car-to-car’.
De esta manera, y en tiempo real, el vehículo es capaz de detectar una aceleración inintencionada (por ejemplo cuando el conductor confunde el pedal del acelerador con el pedal de freno en una maniobra de aparcamiento o a baja velocidad), anulando el impulso eléctrico que accionaría el acelerador y evitando así una aceleración súbita con fatales consecuencias.