El primer vehículo eléctrico puro de la marca desarrollado como tal desde el principio, el bZ4X, está teniendo un inicio de comercialización algo movido. Al poco tiempo de llegar al mercado, Toyota se vio obligado a efectuar una llamada a revisión de su nuevo SUV eléctrico por un fallo en la fijación de las ruedas. Éstas pueden soltarse a los pocos kilómetros.
Así, el pasado mes de junio, Toyota comunicó a los propietarios de un bZ4X eléctrico que no condujeran su auto debido a la posibilidad de que las ruedas puedan desprenderse. Recientemente, mientras la llamada a revisión se prolonga hasta agosto sin que haya una solución en el horizonte, la compañía ha decidido ofrecer a los propietarios de un bZ4X comprarles de vuelta el automóvil.
En total serían 2.700 unidades del Toyota bZ4X las afectadas, de las cuales 2.200 destinadas fueron destinadas al mercado europeo. Del mismo modo, Subaru también está llamando a revisión a unos 2.600 Subaru Solterra por la misma razón ya que ambos modelos son hermanos gemelos.
Según la alerta de seguridad europea “los tornillos de las ruedas pueden aflojarse, lo que provoca el desprendimiento de las ruedas del vehículo. Esto puede provocar la pérdida de control del vehículo, aumentando el riesgo de un accidente inminente”.
Mientras tanto, Toyota ha enviado una carta a los propietarios de bZ4X afectados, ofreciéndoles la posibilidad de elegir entre un vehículo de sustitución y un paquete de incentivos y ayudas o comprar de nuevo el automóvil.
Un usuario de Reddit en el subforo de Toyota bZ4X explicó en detalles cuales eran las opciones que los propietarios del SUV eléctrico recibieron, al menos en Estados Unidos. La primera es una sustitución gratis y con reembolso de la gasolina, así como 5.000 dólares para las letras que le puedan quedar por pagar (o a modo de descuento si el auto ya está pagado), así como una extensión de la carga gratuita y de la garantía con la que se vendió el modelo.
La segunda opción es mucho más radical y relativamente inusual en esta industria, Toyota se ofrece a comprar de nuevo su bZ4X. La posibilidad que ofrece Toyota de comprar el auto está siendo interpretada como una prueba de la falta de solución a un problema aparentemente sencillo. Es especialmente llamativo para un fabricante que produce cada año 10 millones vehículos y que no pierden sus ruedas al salir a la carretera.
Por otra parte, este anuncio llega en un momento en el que la demanda de modelos eléctricos es alta y las fábricas no pueden producir al ritmo que pide el mercado por la falta de suministros (en especial de microchips, pero no únicamente). De hecho, algunos clientes de Toyota que aún no han recibido su bZ4X se están planteando cancelar la compra ante la aparente falta de solución por parte de Toyota y los retrasos en la producción.