Toyota es una de las automotrices menos optimistas frente al futuro de la electrificación completa de los vehículos, hablando especialmente de los que usan batería (EV). En varias ocasiones ha manifestado públicamente su punto de vista, defendiendo la existencia de los motores a combustión. En una entrevista reciente con sus dirigentes, el tema fue el diésel.
Si bien los motores diésel han sido menos demandados durante los últimos dos años, para el fabricante japonés no significa que su eliminación total sea necesaria. Toyota considera que este tipo de propulsor es útil para los vehículos de gran tamaño y dedicados a trabajos pesados, por lo que deberían seguir existiendo para responder a dichas exigencias.
El principal argumento en contra de este combustible fósil, no es otro más que la contaminación por el alto nivel de emisiones de carbono. En este sentido, Sean Hanley, jefe de Marketing de Toyota Australia dijo que, los motores diésel deben adaptarse a las normas ambientales cada vez más estrictas para poder sobrevivir. Es el único camino, pero es posible de andar.
¿Qué está haciendo Toyota respecto a sus motores a combustión?
La postura de Toyota frente a la electromovilidad no solo es cuestión de discurso. Al mismo tiempo que avanza en el diseño de modelos eléctricos a batería, trabaja en diferentes proyectos que le ayudarán a mantener con vida los motores a combustión, tanto de gasolina como diésel. En febrero de este año, por ejemplo, confirmó el desarrollo de nuevos propulsores ICE (motores que usan la combustión de un combustible con aire para generar energía mecánica).
Estos deberán incluir ajustes que los hagan más eficientes y ayuden a reducir las emisiones contaminantes. Estando así las cosas, se cree que una de las apuestas más importante de la marca japonesa serán los vehículos híbridos, sector donde de hecho, ya es líder. El primer modelo híbrido con motor diésel fue la versión mild hybrid de Hilux, lanzada a finales de 2023.
Pero no es la única alternativa. También, se están desarrollando pruebas con hidrógeno y combustibles sintéticos con el objetivo de prolongar la existencia de motores a combustión y que al mismo tiempo, sean más amigables con el medio ambiente. En este punto, los japoneses recalcan que al igual que el resto de automotrices tienen interés en la descabonización.
Cartera diversificada de productos
Reafirmando sus argumentos, Toyota es consciente que sus negocios son representativos en regiones en vía desarrollo donde las condiciones de infraestructura no están dadas, en este momento, para el pleno funcionamiento de los vehículos eléctricos a batería. Mercados donde los motores a gasolina o diésel todavía tienen cierta preferencia por los consumidores.
El panorama es diferente en Europa. En 2023, los vehículos eléctricos se vendieron más que los de combustión por primera vez. Tiene sentido, si se toma en cuenta las exigentes políticas en la Unión Europea que presionan a los usuarios, al mismo tiempo que lo hacen a los fabricantes de vehículos, los cuales deben adaptar su cartera de productos a estas nuevas regulaciones.
Estas condiciones llevan a concluir que Toyota tendrá una cartera diversificada de productos que se adapte a cada una de las regiones y mercados donde tiene presencia. Decisión contraria a otras marcas que optaron por eliminar la combustión de raíz para los países europeos, como lo hizo Volvo, que acaba de producir su último vehículo a diésel.