La postura y visión de Toyota en lo relativo a autos y movilidad eléctrica es un tanto particular, pues anteriormente la compañía ha dejado claro que sólo apostará todo al eléctrico cuando el público lo demande con fuerza, y que de momento contempla otras alternativas de la misma manera que eléctricos por baterías. No obstante, a pesar de ello, ha comunicado que invertirá casi 14 mil millones de dólares en el desarrollo de baterías hasta 2030.
Se trata de una inversión con la que han aumentando la cuantía que se destinará a baterías de estado sólido, así como adelantar y facilitar el desarrollo de baterías de iones de litio de próxima generación.
En unas declaraciones que ha recogido Automotive News a uno de los máximos responsables técnicos de Toyota, Masahiko Maeda, el directivo japonés aclaraba ciertos aspectos acerca de cómo la marca pretende ir afrontando esta etapa de transición en el sector del automóvil, pues no contempla dejar atrás los vehículos híbridos.
Y es que los japoneses pretenden seguir articulando gran parte de sus gamas en torno a híbridos, y hacerlo a la vez que distintos modelos eléctricos se incorporan paulatinamente a sus filas. A pesar de parecer algo obvio que se está dando en el resto de fabricantes, Toyota, en cambio, tiene previsto que ambas tecnologías convivan más que se den relevo.
La compañía está considerando usar las baterías de estado sólido no solo en eléctricos puros, sino también en autos híbridos, y lo acabará haciendo si los ingenieros pueden lograr un equilibrio apropiado entre potencia y estabilidad, según ha dado a conocer el propio Maeda. Los japoneses creen que para 2025 podrán contar con esta tecnología a pie de calle, lo que revela, de paso, que para esta fecha seguirán confiando en híbridos tradicionales.
En adición a ello, las baterías de iones de litio seguirán siendo una fuerte apuesta para Toyota, y parte de esta mayúscula inversión tiene como objetivo mejorar la fiabilidad y las prestaciones, así como los costos para la propia marca, de la próxima generación de baterías de iones de litio.
“Nos estamos centrando en la seguridad, en una vida útil prolongada y una calidad de alto nivel para producir baterías buenas, de bajo costo de desarrollo y de alto rendimiento. Lo que más valora Toyota es desarrollar baterías que sus clientes puedan usar con tranquilidad y seguridad”, decía Masahiko Maeda.
“Al establecer un sistema tanto para el desarrollo como para el suministro de baterías, promoveremos la popularización de vehículos electrificados, incluidos los BEV”, según el directivo técnico japonés, refiriéndose a eléctricos de batería, y dando pruebas de que a pesar de que no lo apuestan todo de lleno al automóvil eléctrico, saben que en un futuro no demasiado lejano los fabricantes que no dispongan de una gama de modelos 100% eléctricos establecida y conocida a nivel popular serán los que en peor posición se encuentren.
Contextualizando todo lo anterior en base a fechas, Toyota espera que de 2025 en adelante esta inversión se refleje en que el costo de las baterías de iones de litio se reduzca a la mitad, mientras que para 2030 esperan haber alcanzado dos millones de autos comercializados entre eléctricos y por pila de hidrógeno que es la apuesta fuerte de la marca a largo plazo, aunque Maeda ha admitido que por ahora no puede aportar un desglose específico para cada tecnología.