Toyota desarrolla una caja automática de ocho velocidades para el GR Yaris, la variante más deportiva del hot-hatch japonés. Será por convertidor de par y supondrá una alternativa a la transmisión manual de seis marchas con la que cuenta actualmente.
La primera unidad con este cambio montado ha hecho su debut durante el evento TOYOTA GAZOO Rally Racing Challenge, celebrado hace unos días en Japón, tal y como afirma la revista japonesa Car Watch. El prototipo lleva el número 109 y según dicen, tiene un frontal ligeramente modificado para permitir un flujo de aire adicional al refrigerador de aceite de la caja de cambios automática de ocho velocidades del GR Yaris.
A diferencia de las transmisiones CVT habituales en los Toyota, en esta ocasión se recurre a un cambio por convertidor de par que, dadas las sinergias actuales con BMW, es muy posible que pertenezca a los socios alemanes. La información aportada por la publicación comenta que dispone de un modo manual y de levas tras el volante.
Toyota dice que su objetivo es mejorar la eficiencia de combustible y también la conducción deportiva. De hecho, el vicepresidente de Toyota Motor Corporation, Shigeru Hayakawa, se puso al volante del prototipo que participó en el evento. Incluso bromeó diciendo que “ya he roto la transmisión una vez durante la primera parte del desarrollo”.
A pesar de todos estos datos, la marca no aclara si esta configuración llegará a verse en un modelo de producción. Hace no mucho ya apareció por el circuito de Nürburgring, en Alemania, una unidad bastante modificada y que cumple con bastantes de los datos aportados por Car Watch y a la cual corresponde el vídeo que se puede ver en esta nota.
El GR Yaris es la versión más deportiva y capaz del pequeño auto japonés. Cuenta con una puesta a punto específica y con un motor de tres cilindros que desarrolla 261 caballos de potencia, además de un nuevo sistema de tracción total.
Esta versión sólo cuenta con tres puertas e inicialmente fue desarrollado para cumplir con una normativa de rallies que finalmente cambió hacia modelos de chasis tubular, en vez de derivados de calle, que era la idea inicial y recuperaba, en cierta medida, la reglamentación de los grupo A de finales de los ’80 y hasta mediados de los ’90.