Toyota ha anunciado el cierre de su planta de São Bernardo do Campo, al este de la
ciudad de São Paulo en Brasil, y el traslado de sus operaciones a Sorocaba, Indaiatuba y
Porto Feliz, ciudades próximas situadas al oeste de São Paulo, donde ya operan varias de sus fábricas sudamericanas.
Según un comunicado, la iniciativa tiene como objetivo buscar más sinergias entre sus
unidades de producción y forma parte de su plan de competitividad frente a los
desafíos del mercado brasileño y la sostenibilidad de sus negocios en ese país. El
cambio se realizará de forma gradual a partir de diciembre de 2022 y su finalización
está prevista para noviembre del próximo año.
Actualmente, la planta de São Bernardo do Campo cuenta con unos 550 trabajadores,
a los que se les ofrecerá el traslado a alguna de las otras instalaciones si así lo desean, y es el lugar
donde se producen las piezas que equipan los modelos producidos en Brasil,
Argentina y los Estados Unidos.
Toyota ha señalado que refuerza su compromiso con la movilidad en el mercado en
Brasil, a través de varias acciones como la renovación de su oferta de producto con la
llegada del Corolla Cross, con la introducción de un tercer turno en Sorocaba, la
exportación de motores de Porto Feliz a América del Norte y la inversión de 50
millones de reales brasileños (unos 10,5 millones de dólares) en la instalación de Indaiatuba,
donde actualmente se fabrica el Corolla sedán versión prestige.
Inaugurada en 1962, la planta de São Bernardo do Campo fue la primera línea de montaje de Toyota en Brasil y la primera instalada fuera de Japón. Entre los componentes destacados están las bielas y cigüeñales que salen de su linea de producción para equipar los motores 2.0 y 2.5 que la marca monta en el mercado norteamericano.
