Daihatsu Motor, compañía clave en la estrategia de expansión de ventas de Toyota en Asia, ha tomado la decisión de suspender sus ventas a nivel internacional. Esta medida se adopta después de una investigación por parte de una comisión externa que confirmó la manipulación de información en 25 tipos de pruebas a las que fueron sometidos 64 modelos y tres motores de la marca.
Estas irregularidades también impactan a 22 modelos y un motor vendidos bajo la marca Toyota como es el caso del Raize. Por tal razón, esto llevó a la suspensión temporal de los envíos de estos modelos por parte de Toyota Motor Corporation. Así las cosas, Toyota, empresa matriz, expresó su compromiso con la integridad y la transparencia al tomar esta decisión en conjunto con Daihatsu.
La detección de estas manipulaciones se remonta a abril, cuando Daihatsu admitió irregularidades en los datos de seguridad informados a las autoridades japonesas. Los modelos afectados están diseñados para los mercados del sudeste asiático, incluidos Tailandia, Indonesia, Malasia, Camboya y Vietnam. El problema también afecta a modelos de América Central y del Sur, como México, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Uruguay.
La comisión también descubrió documentación alterada relativa a las pruebas de impacto en los reposacabezas y a las velocidades a las que se realizaban determinadas pruebas. La investigación puso de manifiesto que estas prácticas engañosas se hicieron más comunes a partir de 2014. En el caso de un modelo descatalogado de Daihatsu, una conducta indebida similar se remonta a 1989.
El director del comité aclaró que las conclusiones no responsabilizaban a Toyota de las irregularidades. Al parecer, Daihatsu intentaba cumplir sus propios objetivos sin informar de sus acciones. Toyota declaró que es necesaria una “revisión a fondo” para mejorar Daihatsu, que incluye una revisión completa del proceso de certificación de vehículos.
“Esta tarea es de gran importancia y no puede completarse rápidamente”, expresó Toyota en un comunicado. “Implicará no sólo una reevaluación de la gestión y las prácticas operativas, sino también una reestructuración de la organización y la jerarquía de la filial”.
Además de la suspensión de la producción y distribución, Daihatsu ha llevado a cabo exhaustivas verificaciones técnicas en cada vehículo para asegurar que cumplen con los estándares legales de seguridad y rendimiento medioambiental.
Daihatsu fabrica diversos minivehículos y camiones, conocidos como “kei cars”, muy populares en Japón. Los recientes problemas también han afectado a algunos modelos de Mazda y Subaru en la región, además de a vehículos de Toyota y Daihatsu vendidos en todo el mundo, según la comisión investigadora.