Toyota acaba de revelar su plan para resolver su gran problema con el auto eléctrico

Toyota tiene en el auto eléctrico un dolor de cabeza que quiere solventar. Los japoneses son el mayor fabricante del mundo y han conseguido alzarse con una posición envidiable en lo que a híbridos se refiere. Si se habla de híbridos eléctricos, nadie ha conseguido calar tanto en el mercado.

Pero la transición al eléctrico se le está complicando a la compañía. El lanzamiento de su bZ4X ha sido un desastre en autonomía y fiabilidad. Por el camino han presionado para buscar alternativas al vehículo eléctrico y hace tiempo que coquetean con el hidrógeno para alargar la vida de los vehículos de combustión.

Con Europa moviéndose hacia el modelo eléctrico, China haciendo de este tipo de tecnología un motor económico y Estados Unidos ofreciendo grandes ayudas económicas para captar producción de estos automóviles en el suelo de su país, Toyota es consciente que parte de su éxito futuro pasa por este tipo de movilidad y para convencer a quienes dudan, han presentado su hoja de ruta en lo que a baterías se refiere.

Eléctricos de segunda generación

Utilizando sus canales oficiales, la marca ha presentado su plan de acción para los próximos meses en lo que a baterías se refiere. Una hoja de ruta que estará marcada por una fuerte reducción de costos en sus baterías y un sensible aumento de la autonomía de las mismas.

En los últimos meses, Toyota ha estado adelantando hacia dónde quiere caminar con sus nuevas baterías. Hace unos meses ya adelantaron que aspiran a tener una batería de estado sólido con más de 1.000 kilómetros de autonomía y que los acumuladores de energía actuales son demasiado grandes y pesados, por lo que es imprescindible mejorar este aspecto.

Ahora Toyota ha puesto cifras sobre la mesa

A los vehículos eléctricos que lleguen a partir de 2026 de la mano de Toyota se les llamará “automóviles eléctricos de segunda generación”. En 2030, éstos deberían representar 1,7 millones de los 3,5 millones de autos que aspiran a vender para esa fecha.

Para diversificar el producto, Toyota habla de tres tipos de modelos, en función del uso que se busque dar y, se entiende, que del dinero que esté dispuesto a gastar el comprador. Así, los japoneses hablan de tres tipos de batería:

Popularización: Baterías LFP que se combinará con la tecnología de los vehículos híbridos de la marca. Sus previsiones es que aumenten un 20% la autonomía del Toyota bZ4X, reduzca el costo en un 40% y se pueda pasar del 10 al 80% de la carga disponible en 30 minutos o menos. Estas baterías deberían estar en el mercado entre 2026 y 2027.

Rendimiento o Performance: Serán las primeras baterías de iones de litio que sea vea en eléctricos “de segunda generación” de Toyota, pues se espera que aparezcan en el mercado en 2026. Su autonomía debería superar los 800 kilómetros, pasar del 10 al 80% de la carga en 20 minutos o menos y reducir su costo en un 20% respecto al actual bZ4X.

Alto rendimiento o High Performance: Las más prometedoras. Toyota habla de autonomías superiores a 1.000 kilómetros, gracias a utilizar una batería de estructura bipolar que combina iones de litio con un cátodo de níquel. El costo debería ser un 10% inferior a las baterías Performance, con una recarga de 10 minutos o menos para pasar del 10 al 80% de la autonomía total. Para estas baterías será necesario esperar a 2027 o 2028.

1.000 kilómetros… y más allá

Los planes de Toyota no se quedan ahí. Según la marca, la compañía tiene todas las esperanzas puestas en las baterías de estado sólido. Con ellas, aspira a conseguir autonomías que superen en un 50% las ofrecidas por las denominadas Performance. Es decir, autonomías de 1.200 kilómetros en adelante.

Sus estudios aseguran que las baterías de estado sólido permiten un movimiento más rápido de los iones y tienen una mayor tolerancia a los altos voltajes y a las condiciones climáticas adversas. ¿En qué se traduce esto? En recargas más rápidas independientemente del frío o del calor, en un rendimiento más lineal de las baterías y una menor degradación de las mismas.

Estas baterías se deberían ver en los próximos años, en primer lugar, en los híbridos eléctricos de la compañía. Esta tecnología está preparada para cargas y descargas de la batería más rápidas, además de entregar una mayor potencia aunque el acumulador de energía sea más pequeño.

Por lo tanto, Toyota considera ideal a los híbridos eléctricos como vehículo para ir probando la tecnología, antes de dar el salto definitivo a los modelos eléctricos entre 2027 y 2028.

Además, desde Toyota quieren dejar claro que todos estos datos dependerán de forma irremediable de la aerodinámica y el peso del automóvil. La compañía deja claro que el coeficiente aerodinámico es importante, pero lo es mucho más la superficie frontal. Esto es la superficie delantera que ocupa el auto y que lo frena en su avance.

Si la compañía pone todos sus esfuerzos en reducir ambos coeficientes, no le quedará más remedio que mejorar el diseño de vehículos como el RAV4. Un SUV siempre tiene peor coeficiente aerodinámico y mayor superficie frontal que un sedán porque irá más levantado y ocupa una mayor cantidad de espacio. Sin embargo, un Tesla Model Y, con sus formas redondeadas y afiladas es mucho más eficiente que un RAV4, con una enorme superficie cuadrada en su zona delantera.

En lo que a baterías se refiere, Toyota asegura que está trabajando en baterías más planas, pasando de acumuladores de energía de unos 150 mm de alto a baterías que apenas alcancen los 120 mm. En los deportivos de alto rendimiento, la batería debería ser inferior a 100 mm de altura.


Jishin

Creador del blog. Apasionado por la innovación, tecnología y movilidad.

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