Las baterías de estado sólido para vehículos eléctricos constituyen el futuro de una tecnología que aún dista de ser perfecta. Más seguras, duraderas y con más autonomía que las baterías de iones de litio, los fabricantes ya están manos a la obra para que las baterías de estado sólido sean viables a gran escala, de momento sin éxito.
Pero Toyota afirma que quiere presentar al mundo su batería de estado sólido para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebran en dicha ciudad en el verano de 2020. Es decir, en solo un año.
“Hemos entrado en una nueva era”
Toyota está incrementando los planes de despliegue de modelos eléctricos, y se ha propuesto vender 5,5 millones de autos equipados con algún tipo de electrificación, incluidos los de pila de combustible o hidrógeno, de aquí a 2025.
Esta ofensiva es la respuesta a los requisitos de emisiones cada vez más estrictos en China y Europa. El fabricante nipón planea comenzar a fabricar los eléctricos en China el próximo año con el objetivo de lanzar al menos 10 vehículos impulsados por baterías en todo el mundo para principios de 2020, sin abandonar claro, la tecnología híbrida que marcó un antes y un después con el Prius.
Dentro de estos planes se incluye el objetivo de presentar su primera batería de estado sólido: “Si es posible, para cuando tengamos los Juegos Olímpicos el próximo año, nos gustaría asegurarnos de que una batería de estado sólido pueda ser revelada al público”, ha dicho recientemente la vicepresidente ejecutivo, jefe de investigación y desarrollo de Toyota, Shigeki Terashi.
Terashi ha hablado de un “aumento repentino” en el interés de este tipo de baterías, que a diferencia de las ‘tradicionales’, no llevan un electrolito líquido. “Hemos entrado en una nueva era”, ha dicho.
Lo cierto es los expertos consideran que, al menos en Europa, las baterías de estado sólido constituyen una tecnología prometedora pero que se encuentra aún en un estado de desarrollo relativamente prematuro, también debido a la dificultad de su manufactura a gran escala.
Pero para que la electrificación se convierta en un negocio viable, Toyota necesita socios, y ya los ha encontrado. A principio de año anunció su asociación con el gigante de las baterías Panasonic. Ambas establecerán una empresa conjunta a finales de 2020 para desarrollar y fabricar baterías prismáticas de litio para autos eléctricos y baterías de estado sólido.
También a principios de esta semana hemos sabido que Toyota ha acordado con Subaru desarrollar conjuntamente una plataforma completamente eléctrica para vehículos medianos y grandes, y desarrollar conjuntamente un SUV eléctrico.
Ese automóvil, que se venderá por separado con cada marca, se estrenará a principios de 2020 con Estados Unidos como principal mercado objetivo. Terashi también ha asegurado que Toyota está trabajando con Suzuki y Daihatsu para desarrollar conjuntamente un eléctrico compacto.