Toyota es la número 1 de ventas a nivel mundial. El 2020 fue un año complicado para todos, pero con más de 9,5 millones de unidades comercializadas en todo el mundo, ha conseguido robar la cartera a Volkswagen, pese a que la producción mundial del grupo bajó más de un 14%. Sin embargo, Toyota ha logrado volver a la cúspide de los grupos de automóvil. ¿Por qué es la número uno?
Quizás lo que más sorprende es que lo ha conseguido sin tener una oferta enorme, como sí ocurre con otros grupos. Toyota y Lexus son los principales caballos de batalla y su principal razón para el triunfo es la gran presencia a lo largo y ancho del globo. Es una marca popular en prácticamente todos los mercados en los que está presente, sabiendo modificar muy bien su estrategia de ventas en cada mercado.
Toyota, una marca totalmente global
No es fácil crear una marca que sea 100% global, ofreciendo productos atractivos para cientos de millones de personas. Por ejemplo, Volkswagen es muy fuerte en Europa pero flaquea en Asia o en América del Norte. Toyota no: en su mercado local es todo un referente mientras que en el Sudeste asiático también tiene una cuota de mercado muy potente.
En Europa, su gama de modelos híbridos ha conquistado al gusto europeo mientras que en EEUU han creado una marca también muy del gusto local, con grandes sedanes de representación y todoterrenos de gran tamaño. ¡Incluso han entrado con fuerza en el mercado de las pick-up de gran tamaño! En Latinoamérica más de lo mismo, con una fuerte oferta.
Mires donde mires, siempre está presente Toyota y con un gran éxito de ventas. Por ejemplo, el Land Cruiser es todo un referente en los países del Golfo Pérsico, mientras que en Australia la Hilux lleva cinco años seguidos siendo el vehículo más vendido del país. ¡Una auténtica locura!
Esa es la clave del éxito
Pues sí, con una sola marca, Toyota es capaz de ofrecer productos muy diferentes en todos los mercados, productos que son muy demandados y que permiten a la compañía crecer en todos los frentes. Esa es la principal razón del triunfo de Toyota sobre el resto y no tanto la contundente apuesta por la electrificación de la gama, ya que es algo que principalmente impacta al mercado europeo.
Pero por supuesto, también ayuda: Toyota ha dejado patente que está comprometida con el medio ambiente y con las soluciones de movilidad del futuro. Con la tecnología pero sin perder las claves que la han convertido en todo un referente: calidad, fiabilidad y durabilidad.
El RAV-4 es un buen ejemplo de ello. Un automóvil querido en Japón, Estados Unidos y en Australia, son autos globales que saben triunfar en cualquier mercado. Una apuesta que también están copiando otros grupos como los coreanos de Kia e Hyundai. Sin embargo mucho tendrán que trabajar y luchar para plantarle cara de manera eficaz.