Hace tan solo unos días Toyota compartió el informe de ventas referente al año fiscal 2023, reafirmándose como la automotriz que más carros produce y vende en todo el mundo. Sin embargo, los vehículos eléctricos de la marca, no son tan representativos en esta cifra. Del total de ventas del año pasado, solo el 0,92% eran EVs puros a batería.
Aunque la cifra cuadruplica a la del año anterior, es mínima en comparación con lo que vendieron en este sector marcas líderes, como Tesla con 1,81 millones de unidades, y BYD que entregó 1,57 millones de ejemplares eléctricos. Específicamente, Toyota solo vendió 104.018 vehículos ‘cero emisiones’ durante 2023, quedando muy por detrás de sus competidores.
Y verdaderamente es una pequeña fracción al saberse que el total de vehículos vendidos por el fabricante japonés superó los 11,2 millones de unidades. Los modelos a combustión pura siguen siendo los más significativos, pero los híbridos no se quedaron atrás, representando los 3,4 millones de unidades vendidas y con un aumento interanual del 31,4%.
Los resultados en el sector EV puede no ser la mayor preocupación de Toyota, ya que sus pasos en este camino han sido mejor calculados que los de otras automotrices. Si bien tiene sus propios planes descarbonización, considera que los carros eléctricos a batería no son la única solución. Los japoneses ven en el hidrógeno, una alternativa más eficiente.
Sin embargo, tampoco creen en la electrificación total y consideran que los vehículos a gasolina serán necesarios por varios años más. En este sentido, una de sus visiones del futuro es que, los carros eléctricos solo podrán alcanzar un 30% de cuota de mercado global. Argumentos para esta afirmación hay muchos, pero dos de estos, llaman especialmente la atención.
Para Toyota, existen problemas y deficiencia de infraestructura. Además, la desigualdad de acceso a la electricidad en diferentes regiones del mundo, es un limitante para acceder a un vehículo 100% EV. Incluso, la marca afirma que la existencia de una red de estaciones de recarga, no garantizaría que pueda soportar una gran afluencia de vehículos.
Una prueba tangible de que la compañía no apostará por la electrificación inmediata, es la confirmación pública del desarrollo de nuevos propulsores a combustión, los cuales seguirán fabricándose de manera indefinida. No se hace mención el diésel, por lo que sería uno de los sacrificados en los futuros proyectos de Toyota, y se mantendrán las pruebas y programas piloto con el hidrógeno.
El modelo eléctrico más importante de la marca es, hoy por hoy, el SUV bZ4X con mayor presencia en Europa, ya que en China se vende el sedán bZ3.