El Toyota Land Cruiser es uno de los modelos más venerados de la marca, un verdadero todoterreno de los pocos que quedan a la venta con su habitual chasis de escalera que se mantiene frente al continuo embiste de los SUV en el mercado, incluso en el seno de la propia compañía, aunque a decir verdad este modelo tiene un tipo de cliente con unos intereses mucho más definidos.
Ahora, para darle un empujón a sus ventas, la división europea ha decidido lanzar una edición especial que ofrece un aspecto más elegante. Conmemora una de sus cualidades más aclamadas por los propietarios y fans del Land Cruiser, su capacidad fuera del asfalto, capaz de salir airoso de las circunstancias y situaciones más complicadas, instaurada durante más de 70 años. El Toyota Land Cruiser Matt Black Edition se basa en la variante que en América Latina se conoce como el Prado y ofrece con una vestimenta única, en la que no caben otras posibilidades de elección en cuanto a colores.
Solamente disponible en blanco exterior y con la parrilla del radiador, los apliques decorativos de las tomas de aire del paragolpes, el interior de los faros principales y de los marcos de las luces antiniebla, así como las carcasas de los espejos retrovisores con terminación en un atractivo negro mate. El mismo acabado que también presenta el borde de la superficie acristalada, los faldones laterales, las barras del techo y las imponentes llantas de aleación de 18 pulgadas de diámetro.
En el interior del Land Cruiser Matt Black Edition también se encuentran detalles especiales, destacando la nueva tapicería de cuero que se ofrece en dos acabados, a elegir entre dos combinaciones. La primera se presenta en con la sección central de la banqueta y los respaldos en negro, mientras que los laterales son de un tono gris claro, y la segunda apuesta sustituye este color por un elegante marrón bronce.
A la venta en Europa a finales de año, los precios se conocerán conforme se acerque el lanzamiento comercial, estando disponible en una única versión mecánica, la del motor diésel de cuatro cilindros y 2.8 litros con tecnología D-4D que ofrece una potencia máxima de 201 hp, junto con un par motor máximo de 500 Nm y que traslada al asfalto a través de un cambio automático de seis relaciones. Una interesante opción para los que buscan un plus más deportivo, al menos, en apariencia.