El Toyota GT 86 estrenó en su mercado natal una versión bastante interesante que, quizás, no es del encanto de todos. Bajo las siglas RC llegaba un vehículo despojado de gran parte de su equipamiento: sin radio, sin molduras decorativas, sin llantas de aleación y sin pintura en los paragolpes. Todo lo que tiene es un motor delantero, dos ruedas motrices en la parte trasera y una transmisión de seis velocidades que las conectaba: la combinación perfecta para los preparadores y amantes de los autos modificados.
Con la segunda y actual generación, ahora llamada GR 86, este deportivo compacto recupera el acabado simplificado, aunque esta vez incorpora algunas actualizaciones sobre su antecesor. El GR 86 RC tiene algunas diferencias que se notan de inmediato. Atrás quedaron las llantas estándar de 17 pulgadas de los modelos básicos de exportación, reemplazadas por otras de acero de 16″ con neumáticos más estrechos en medidas 205/55 R16. También brillan por su ausencia las salidas de escape pues la línea simplemente termina en algún lugar debajo del paragolpes.
Menos obvios son algunos otros cambios. El RC no tiene alfombras en la tapa del maletero, como tampoco luces, y lo mismo sucede con la cubierta del motor y parece que se ha eliminado del suelo una cierta cantidad de material aislante. Algo que agradecerán los más entusiastas es que esta versión también elimina el sistema de audio que se encargaba de introducir el sonido del motor en el habitáculo, como la mayoría de los altavoces que lo reproducían ya que solo quedan dos en este vehículo.
En el interior, el RC pierde tanto el pomo del cambio como la palanca del freno de mano tapizados en cuero de los modelos con especificaciones más altas, pero el resto es en gran parte el mismo. Los asientos, el volante y el grupo de indicadores coinciden con las versiones más equipadas, mientras que el climatizador sigue haciendo acto de presencia. No obstante, desaparece la pantalla TFT de siete pulgadas.
Sin embargo, lo que realmente importa es el apartado mecánico y aquí el RC mantiene todo lo que necesita del resto de versiones. El bloque de cuatro cilindros y 2.4 litros sigue presente, con sus 235 caballos de potencia y 250 Nm de par máximo, asociado a la misma caja de cambios Aisin de seis velocidades. El RC de la generación anterior perdió el diferencial de deslizamiento limitado, pero con este eso no ocurre ya que lo mantiene sin importar el acabado del vehículo.
Toyota espera que los compradores aprecien el ahorro de peso de elementos como altavoces y otras comodidades, dando por hecho que el cliente cambiará llantas y neumáticos de todos modos. Una versión destinada para los track days cuyo precio es 237.000 yenes más barato que el siguiente acabado, es decir, unos 2.100 dólares de diferencia.