La compañía anunció hoy que en su primer semestre fiscal tuvo una caída del 45,3 % de su beneficio neto, pero ha revisado al alza su proyección anual convencido de la mejora progresiva de sus resultados tras el primer impacto de la pandemia por el coronavirus.
La firma acumuló entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de este año unos beneficios netos de 629.368 millones de yenes (6.084 millones de dólares), frente a la ganancia de 1,15 billones de yenes (11.115 millones de dólares) del primer semestre del año fiscal anterior.
El período estuvo marcado por la evolución del trimestre comprendido entre abril y junio, que se vio muy afectado por el impacto de la Covid 19, lo que forzó a Toyota a cerrar sus fábricas durante varias semanas por los problemas de producción y la caída en las ventas globales.
En el primer semestre de su año fiscal, Toyota tuvo unos ingresos de 11,38 billones de yenes (109.974 millones de dólares), con una caída del 25,9 % respecto al mismo período del año fiscal anterior, y el beneficio operativo registró un descenso del 62,8 %, hasta 519.981 millones de yenes (5.027 millones de dólares).
Esos datos semestrales están lastrados por los resultados del trimestre abril-junio, cuando Toyota tuvo un derrumbe del 98,1 % en su beneficio operativo y una caída del 74,3 % en sus ganancias netas.
La recuperación en el trimestre entre julio y septiembre ha permitido a Toyota actualizar sus previsiones para el cierre del ejercicio, tanto en la proyección de sus resultados financieros como el número de unidades que piensa vender.
Para el ejercicio anual completo, que cerrará el 31 de marzo de 2021, Toyota espera completarlo con una caída del 30,3 % en sus beneficios netos, hasta 1,42 billones de yenes (13.712 millones de dólares).
Pero esa caída que proyecta ahora está muy lejos de la proyección que hizo en mayo: un beneficio neto proyectado para todo el año fiscal actual de cerca de la mitad, 730.000 millones de yenes (7.051 millones de dólares).
Ese optimismo se refleja también en el beneficio operativo anual proyectado para todo el ejercicio comparado con el cálculo de mayo anterior: ahora de 1,30 billones de yenes (12.558 millones de dólares) frente al cálculo previo de 500.000 millones de yenes (4.830 millones de dólares).
Es decir, los 500.000 millones de yenes proyectados en mayo de beneficio operativo para todo el ejercicio “los hemos conseguido en un semestre”, afirmó en una videoconferencia de prensa para presentar los resultados el presidente de compañía, Akio Toyoda.
Toyoda, que lleva once años al frente de Toyota, una compañía que da trabajo a 5,5 millones de personas, no suele aparecer en la presentación de resultados trimestrales, aunque sí en los anuales, pero hoy quiso hacerlo para reafirmar que después del primer impacto de la pandemia la firma está recuperando su ritmo.
Además Toyota indicó que en el primer semestre de su presente año fiscal vendió un total de 4,37 millones de vehículos de todas sus marcas, frente a los 5,45 millones que tuvo en el primer semestre del ejercicio fiscal anterior.
Sólo en Norteamérica, su principal mercado, Toyota vendió 930.000 unidades, un 35,7 % menos que las colocadas en esa región en el primer semestre del año fiscal anterior.
Pero, al igual que en los datos financieros, el grupo también ha revisado al alza la proyección de vehículos que venderá durante todo el ejercicio fiscal: de los 8 millones que calculaba en mayo a los 8,6 millones anunciados esta semana.
Los datos sobre las ventas y producción mensuales de setiembre difundidos el 29 de octubre alimentan ese optimismo: en ese mes el grupo vendió un 1,9 % más vehículos de la marca Toyota que en septiembre de 2019, y la producción creció en un 11,7 %.
El aumento fue tal que tanto el nivel de ventas como el de producción registrados en setiembre implicaron nuevos récords mensuales para la compañía.