TOYOTA GAZOO Racing, la división deportiva de la marca y desarrolladora de autos como el GR Supra o el GR Yaris que está a punto de llegar, aprovecha su experiencia en carreras para plasmar ese conocimiento en los autos de calle. Por ejemplo, se han recogido interesantes datos del sistema híbrido del TS050 con el que la marca compite en el WEC para la gama de modelos con este tipo de tren motriz como por ejemplo el Prius o C-HR.
La próxima gran prueba del equipo de TOYOTA GAZOO Racing es el Rally Dakar que en 2020 se celebrará en Arabia Saudí entre el 5 y el 17 de enero. La división pondrá en la línea de salida al renovado Hilux Dakar, una bestia que parece distar mucho de un Hilux convencional.
No hay tantas diferencias como, a priori, se podría pensar. Y ambos son sinónimo de fiabilidad, durabilidad y calidad. De hecho, uno es el vigente ganador del Rally Dakar y el otro es el pick-up más vendido del mercado.
¿Cuáles son las diferencias entre el Toyota Hilux Dakar y uno de serie?
La Hilux Dakar se basa en el Hilux de calle aunque con diversas modificaciones para poder afrontar con garantías el rally más duro del mundo. Así, cuenta con un motor más potente, suspensiones, frenos, embrague y caja de cambios específicos y un depósito de combustible de mayor capacidad, lo que permite afrontar las grandes etapas de maratón en el desierto.
Si el Hilux que cualquiera puede adquirir se propulsa gracias a un eficiente motor diésel 2.4 D-4D de 4 cilindros en línea y 150 hp a 3.400 rpm, ofreciendo un par máximo de 400 Nm, el Hilux Dakar cuenta con un propulsor de gasolina V8 de 5.0 litros y 325 CV a 5.000 rpm, con una impresionante cifra de par (620 Nm) y una brida en la admisión de 37 mm para cumplir con la normativa. La ECU es de la Serie M del especialista MoTeC.
Las cajas de cambios también son diferentes, ya que el Hilux V8 monta una transmisión secuencial SADEV de 6 velocidades, mientras que el Hilux de calle lleva una automática Super ECT, de igual número de relaciones. Ambos Hilux cuentan con diferencial de deslizamiento limitado, delantero, trasero y central en el caso de la Hilux Dakar y con bloqueo delantero y trasero en la Hilux “convencional”.
Los dos Hilux, el de calle y el de competición, comparten carrocería de tipo pick-up, aunque el Dakar es ligeramente más corto pero más ancho, con una altura muy similar, una batalla menor y una mayor altura libre al suelo, con el objetivo de poder superar grandes dunas sin problemas. Así, frente a los 5.330 mm de longitud del Hilux convencional, la versión Dakar se queda en 4.810mm. La anchura es 14 cm mayor en la versión para el Rally Dakar —1.995 mm frente a 1.855 mm—, mientras que hay 18,5 centímetros de diferencia en la distancia entre ejes a favor del Hilux de calle —3.085 mm / 2.900 mm—.
Con una altura de 1.840 mm, Hilux Dakar sólo es 1,5 cm más alto que Hilux en su versión comercial de doble cabina —la más alta de las tres opciones de la gama—. La altura libre al suelo es de 270-350 mm en Hilux Dakar, frente a los 293 mm (mínimo) del Hilux de calle. El peso es claramente menor en la variante de competición: 1.850 kg —peso mínimo según reglamentación— por 2.095 kg.
La configuración de la suspensión delantera (doble horquilla) coincide en ambos Hilux, no así la trasera, de eje rígido con ballesta en el modelo de calle y de doble horquilla de nuevo en Hilux Dakar. Éste lleva llantas de 16 pulgadas con neumáticos de taco grande, mientras que Hilux, en la versión de calle, lleva llantas de aleación de 17 pulgadas con neumáticos todo uso, no tan enfocados a off-road. Los amortiguadores del Hilux Dakar son del especialista Reiger.
El sistema de frenos del Hilux Dakar cuenta con pinzas de seis pistones con refrigeración líquida, mientras que en la versión para el público las pinzas son de 4 pistones (eje delantero); los frenos traseros son de tambor. El depósito de combustible del Hilux Dakar es gigante comparado con el de Hilux convencional, ya que son 520 litros (homologación FIA FT3) frente a 80 litros, por otro lado una cifra nada despreciable en vehículos de calle.
Aunque es evidente que hay diferencias entre ambos, como no podía ser de otra manera, hay muchas similitudes y, quizá, la más relevante sea que tanto el Hilux de calle como el Hilux Dakar son claro ejemplo de cómo Toyota hace las cosas: con pasión y emoción, con calidad y fiabilidad, cuidando cada detalle y desarrollando los mejores componentes para cada vehículo y para el uso que se va a hacer de él.