Pony.ai, una startup de conducción autónoma con sede en Silicon Valley y Guangzhou, China, está profundizando sus lazos con Toyota. Las dos compañías anunciaron un programa piloto para probar autos autónomos en vías públicas en dos ciudades chinas, Beijing y Shanghai.
Ambos han estado trabajando juntos desde 2019 en pruebas de vehículos autónomos en vía pública. Con esta nueva inversión, su relación se volverá aún más estrecha, buscando una mejor solución y nuevos productos de movilidad de “co-desarrollo” como “servicios de movilidad”.
Pony.ai ha estado probando taxis robot en Beijing y Guangzhou desde finales de 2018, así como en Fremont e Irvine, California. La startup afirma ser la primera en lanzar una operación autónoma de transporte de pasajeros y ofrecer viajes en auto sin conductor al público en China.
La startup se está enfocando en alcanzar el “Nivel 4”, o estándares totalmente autónomos, en los que el automóvil puede manejar todos los aspectos de la conducción en la mayoría de las circunstancias sin intervención humana.
Por su parte, Toyota ha mantenido en secreto su programa de automóviles autónomos. La marca ha publicado cierta información sobre sus vehículos de prueba y los tipos de sensores que está utilizando, pero se ha visto muy poco de su funcionamiento. Toyota planea ofrecer un piloto de transporte limitado en el centro de Tokio durante los Juegos Olímpicos de Verano 2020.
Los autos estarán equipados con el software “Chauffeur” de Toyota, que describió anteriormente como “un programa enfocado en la autonomía total, donde el humano es esencialmente eliminado de la ecuación de manejo, ya sea completamente en todos los entornos o dentro de un dominio de manejo restringido”. Toyota tiene un segundo producto llamado “Guardian”, que es esencialmente un sistema avanzado de asistencia al conductor similar al piloto automático de Tesla.
Toyota Research Institute, la división con sede en Silicon Valley, ha estado realizando pruebas en sus instalaciones de curso cerrado en Ottawa Lake, Michigan, durante varios años. En 2018, Toyota acordó invertir $500 millones en un proyecto conjunto de conducción autónoma con Uber. Como parte del acuerdo, las dos compañías también trabajan juntas para desarrollar autos autónomos.